Cuando imaginamos o pensamos en el futuro, seguramente influenciados por las películas de ciencia ficción, tendemos a pensar que el imparable avance de la tecnología nos deparará un mañana donde las máquinas y la tecnología serán omnipresentes. Es incuestionable el desarrollo y la influencia de lo que se ha dado en llamar nuevas tecnologías en prácticamente todos los ámbitos de nuestra vida, incluida la educación. Son muchos los que creen que la revolución de la formación vendrá de la mano de las nuevas tecnologías y su implantación progresiva en las aulas. De hecho uno de los nombres que con más fuerza se están utilizando para etiquetar a la formación del presente-futuro es el concepto de educación 2.0, tomado literalmente de la filosofía web 2.0.
Quizás por miedo a quedarnos al margen o, por miedo a perder el tren de la modernidad, hemos incorporado el concepto a nuestro discurso tan rápido que a muchos no nos ha dado tiempo de saber qué significa o qué cambios supone el entrar en la era de la educación 2.0. Si buscamos en la red blogs de temática educativa encontraremos que un buen número de ellos, posiblemente más de la mitad, versan sobre las TIC; sobre herramientas, sobre experiencias de implantación, sobre materiales, sobre consejos de utilización,… y en cierta forma es lógico, ya que la Red es el hábitat natural de las nuevas tecnologías.
El diario El País publicó hace pocos días una entrevista con Richard Gerver, uno de los actuales gurús (¿aún se utiliza esta palabra?) de la educación, aprovechando su estancia en España para participar en un congreso mundial sobre educación celebrado en abril en Madrid, cuyo título por cierto no puede ser más sugerente “El nuevo paradigma educativo: El viaje ha comenzado”. Enlazo las interesantes conclusiones de este congreso, que comparto en su mayor parte. El titular de la entrevista con Gerver que elige el periódico es una declaración de Richard en la que afirma “Es absurdo llenar las aulas de ordenadores”. Esto nos lleva a plantearnos ¿Cómo es posible que una de las voces más respetadas en el ámbito educativo, cuyo libro “Creando las escuelas de mañana hoy”, se considera una obra de referencia, cuyas declaraciones lo convierten en uno de los más firmes defensores de la apuesta tecnológica en las aula, plantee semejante declaración tan, aparentemente, contradictoria?
Creo que Gerver, con el que comparto plenamente este planteamiento, lo que trata de poner sobre la mesa con esta afirmación es que el simple hecho de llenar un aula de ordenadores no va a convertir nuestra clase en una clase 2.0. La verdadera revolución de la educación, que seguramente vendrá posibilitada y facilitada por la tecnología, se producirá en el momento en que los profesores abandonen su papel de expertos para convertirse en facilitadores. Ya he comentado en varios foros mi opinión al respecto: Creo que las TIC suponen unas herramientas fantásticas, pero el quid de la cuestión está en qué uso, qué metodología, cómo vamos a utilizar las TICs en el aula. Podemos continuar anclados en un modelo 1.0 en un aula repleta de ordenadores, tabletas, pizarras digitales y libros electrónicos (ver video), y podría ser factible funcionar en modo 2.0 en una clase sin ordenadores ni herramientas TIC.
Sucede que, desde mi punto de vista, la escuela 2.0 supone ante todo un cambio metodológico. Un cambio basado en el supuesto de que el aprendizaje se construye (no solo se transmite y reproduce) y, que para que se genere ese aprendizaje es necesaria la implicación de los profesores y de los alumnos. No se puede enseñar a la contra, no se puede remar contracorriente. No se puede enseñar sin la implicación de los alumnos. Además tenemos que dar por hecho que el aprendizaje es un proceso que se genera de manera constante y de manera inevitable, y no exclusivamente entre las cuatro paredes de un aula, o frente a la pantalla de un ordenador.
Educar 2.0 supone asumir que el alumno es el protagonista de su proceso educativo, que cada alumno interpreta y construye conocimiento a su manera y que ese conocimiento en muchos casos no puede ser detectado por unos estandarizados test de inteligencia, ni por unas pruebas excesivamente academicistas.
Educar 2.0 supone dar la vuelta a la acción formativa en la que ya no se trata de que el maestro enseña y el alumno aprende, sino que toda la comunidad educativa contribuye para que fruto de estas sinergias el alumno (en mayor medida, y también el profesor) se transforme. Los profesores, poco a poco, deberemos ir abandonando el papel de expertos para convertirnos en facilitadores, en diseñadores de escenarios de aprendizaje (¡esta idea es alucinante!), en acompañantes, en consejeros,… Siempre nos habían dicho que para ser un buen maestro no bastaba con saber mucho sobre la materia, además tenías que saber explicarla, transmitirla. Yo creo que la competencia más demandada en los presente-futuros maestros es-será la de saber observar, saber escuchar y ser capaces de facilitar que el talento que se esconde dentro de nuestros alumnos florezca por sí mismo. Siguiendo un poco las ideas de Ken Robinson, no se trata tanto de meter contenidos, sino de sacar talento innato.
¡¡FELIZ REFLEXIÓN!!
Estoy totalmente de acuerdo con lo que comentas en tu entrada. Las Tics pueden servir para educar, pero no son la panacea, lo realmente importante es la metodología usada por el profesor. Tiene que haber un cambio en la relación entre profesores y alumnos. Hay que motivarles y hacerles sentir que forman parte del proceso.
ResponderEliminarFelicidades por el blog
Hola Estibaliz, gracias por tu comentario. Yo también creo que la magia de la educación se produce en la relación entre profesores y alumnos, y esta se produce con TIC's o sin ellas. Es cierto que las TIC's facilitan y abren un abanico inmenso de posibilidades, que es fantástico tener tantos recursos a nuestro alcance, pero al final lo que marca la diferencia es la conexión entre las personas, no entre los dispositivos. Saludos
EliminarTotalmente de acuerdo con la idea del formador como facilitador. Creo que es una idea que se expande fácilmente y que nos permite ver las posibilidades que tiene la enseñanza cooperativa. Cambiar el examinador por el impulsor del descubrimiento cambia totalmente las reglas del juego, empezando muchas veces por eliminar las aulas como centro de educación y convirtiendo los medios digitales en el terreno de juego y aprendizaje.
ResponderEliminarRecomiendo a todo el mundo que visite TED y busque alguna de las charlas de TED ROBINSON o de SUGATA MITRA para profundizar en estas ideas.
Gran post
No se si estoy de acuerdo con tu propuesta de "convertir los medios digitales en el terreno de juego y aprendizaje", lo que si creo es que hay que expandir el concepto de educación y sacarlo del escenario aula. Se aprende siempre y en todo lugar, de hecho es inevitable no hacerlo. La cuestión es si sabemos utilizar el potencial de esta idea. Con todo, creo que no hay que confundir, los medios digitales son herramientas, muy potentes cierto, capaces de revolucionar nuestras vidas y nuestra manera de aprender, por supuesto, pero como herramientas que son, su potencial estriba en su manejo.
EliminarUn saludo Veronica. Gracias por opinar.