Espacio destinado a compartir reflexiones sobre el mundo de la educación y la formación.
martes, 28 de febrero de 2012
LA POCIÓN DEL DRUIDA
Así comenzaban todas las historietas de Astérix y Obelix, unas de mis favoritas cuando niño. Este texto enmarcado en la esquina inferior acompañaba un inmenso mapa de la Galia donde, con ayuda de una lupa, se podía observar la pequeña aldea de los irreductibles galos.
Un día en clase utilice este mismo párrafo para introducir el tema que íbamos a tratar. Primera decepción: Muchos de los alumnos no conocían a los famosos galos. Les comento, a modo de anécdota, que habían emitido en la 2 (cadena que no sintonizan sus televisores) un reportaje sobre un grupo de arqueólogos que habían descubierto en Bretaña los restos de una antigua civilización. Estos científicos sospechaban que Goscinny y Uderzo se habían inspirado en una leyenda local para crear sus personajes. Ya metido, avanzo en mi mentira: Parece ser que entre los restos se han descubierto unos bien conservados pergaminos entre los que se encuentran varios que describen curas y tratamientos medicinales, así como la composición de diferentes pócimas y elixires que servían para realizar encantamientos diversos. Los investigadores han centrado su interés en uno, cuyos efectos, aparentemente consiguen producir un aumento exponencial en las capacidades físicas de quién lo toma.
Planteo la pregunta: Si finalmente los científicos logran un brebaje capaz de producir los mismos efectos que la poción de Panoramix, y este se comercializa, ¿Qué precio estaríamos dispuestos a pagar por una pequeña cantidad de este producto?, ¿Qué uso le daríamos?. Dejó volar su imaginación desbordada durante unos minutos.
Segunda cuestión: ¿Por qué somos tan dados a creer en pócimas milagrosas que nos faciliten las cosas?, ¿Por qué pensamos y buscamos la manera sencilla y rápida de conseguir las cosas?, ¿Por qué en vez de valorar las cosas por sí mismas, no las valoramos por lo que nos ha costado conseguirlas?, ¿Por qué existe una “ley del mínimo esfuerzo” y no del “máximo”?, ¿Por qué alguien que consigue las cosas con tesón y esfuerzo parece tonto y alguien que las consigue fácilmente y a través de engaños es listo?.
Planteo el tema de la actitud, de la confianza en uno mismo y en nuestras posibilidades como la verdadera poción que nos permitirá conseguir la mayoría de nuestras metas. Les hablo de la teoría de las diez mil horas necesarias para conseguir dominar una disciplina. Ponemos ejemplos de deportistas a los que ellos admiran. ¿Cómo han conseguido sus metas?, ¿Han tomado “poción” o han dedicado esfuerzo?. Repito la frase que tenemos colgada en un cuadro de la clase: “El éxito o el fracaso no depende de las circunstancias, sino de nuestra actitud ante ellas”. La actitud es la llave que nos abrirá las puertas. La actitud es la verdadera poción del druida.
sábado, 25 de febrero de 2012
EL EJEMPLO DE ANNA
Inconscientemente asocio esta imagen con otra que durante mi etapa estudiantil me marcó. Entre ambas imágenes hay un mundo, son situaciones bien distintas representativas de realidades diametralmente opuestas y con repercusiones y consecuencias distintas. Quizá alguien opine que la comparación es exagerada, desmesurada y falta de rigor. Pero es lo que tiene la mente, que a veces, se le “va la pinza” y nos plantea extrañas ideas. El caso es que la fotografía de Anna se ha asociado en mi cabeza con aquella histórica foto del estudiante ante los tanques en la plaza de Tiananmen.
Los tanques no avanzaron aquella mañana en china, al menos no aquel día, al menos no en aquella avenida. Intentaron sortear el gesto valiente del anónimo ciudadano, sin atreverse a enfrentar su actitud decidida a permanecer inmóvil ante el abuso de la fuerza. Los principios vencieron a las armas. Fue una batalla ganada, aunque se perdiera la guerra. Quizá el asesino tuvo que esperar a la oscuridad de la noche para poder masacrar a los estudiantes sin tener que mirarles a los ojos.
También Anna, entre su ansiedad y su miedo, entre su pavor a los golpes, prefirió mantener su postura y no sacrificar sus principios. Nadie la hubiera acusado de cobarde, muchos habríamos echado a correr como almas que lleva el diablo sin avergonzarnos por ello. Sin embargo Anna, la viva representación de la inocencia y del miedo, de la justicia y la fe, consiguió aflorar la sensatez del policía, que fue incapaz de golpearla. Cuenta la noticia que el policía la tomó del brazo y la apartó hasta un lugar seguro.
¿Quién en su sano juicio podría pisar el acelerador de su tanque pasando por encima de una persona indefensa. ¿Quién en su sano juicio podría golpear a la chica que llora, que suplica y que se escuda en su libertad para ocupar la calle?.
miércoles, 22 de febrero de 2012
REIVINDICAR EL FUTURO
La entrada/reflexión de hoy viene inspirada por las manifestaciones estudiantiles que durante esta semana se están produciendo en Valencia y por los graves incidentes que las acompañan. Recuerdo una frase escuchada en el fantástico cortometraje de Aleix Saló “Españistán”, en el que explicaba las causas de la actual crisis económica en España con la lapidaria frase: De aquellos barros estos lodos.
Utilizo esta frase para reflexionar sobre las causas que provocan (y provocaran) las multitudinarias manifestaciones de profesores, padres y alumnos en contra de los recortes y los abusos contra el sistema educativo. Me produce inquietud al pensar sobre las causas que nos han llevado hasta la situación actual. ¿Cuáles son los motivos que conducen a la comunidad educativa a tomar las calles?. Más allá de las discutibles medidas que afectan a las condiciones laborales y salariales del profesorado y, de continuar con la eterna caza de brujas, cabe preguntarse, ¿qué se supone que deben hacer los millones de jóvenes a los que se les ha robado el futuro, la esperanza, la ilusión?. ¿Nos parecería más lógico que permanecieran ajenos, alienados, expectantes ante el gris futuro que se les presenta?.
¿Cuál es la finalidad de la educación: socializar en el conformismo y en la aceptación del statu quo o plantar la semilla del inconformismo y de la esperanza en que un mundo mejor es posible?. No concibo otra opción que la de formar alumnos esperanzados, ilusionados, valientes, luchadores, con ganas de aportar su granito de arena para construir entre todos una sociedad más justa. Ante las actuales circunstancias no puedo menos que sentir cierta simpatía y admiración hacía movimientos como 15M o hacia los estudiantes del IES LLuis Vives. Prefiero verme reflejado en una juventud reivindicativa y luchadora por su futuro que, por una juventud alienada y seguidora de “grandes hermanos”, “salvames” y demás programas basura. Educar, no es sólo saber, también es saber ser.
Si entendemos que la formación es nuestra arma más eficaz para intentar salir de la crisis, si compartimos la idea de que el mayor activo de una sociedad son sus jóvenes, entonces ¿dónde están las famosas líneas rojas de la educación?.
Acompaño un video del genial dibujante checoslovaco Pavel Koutsky del año 1997 que reflexiona sobre el sentido de la educación. El video lleva por título “Duelo” como metáfora por la muerte de una manera de entender la educación y el nacimiento de otro enfoque distinto. Al volver a ver alguna de las escenas del cortometraje pensé en que de haberlo realizado hoy quizá lo habrían titulado “El terrorífico ataque de las tijeras voladoras”.
lunes, 20 de febrero de 2012
UN CUENTO PARA REFLEXIONAR SOBRE LA EDUCACIÓN
UN NIÑO.
Erase una vez un niño que acudía por primera vez a la escuela. El niño era muy pequeñito y la escuela muy grande. Pero cuando el pequeño descubrió que podía ir a su clase con sólo entrar por la puerta del frente, se sintió feliz.
Una mañana, estando el pequeño en la escuela, su maestra dijo: Hoy vamos a hacer un dibujo. Qué bueno- pensó el niño, a él le gustaba mucho dibujar, él podía hacer muchas cosas: leones y tigres, gallinas y vacas, trenes y botes. Sacó su caja de colores y comenzó a dibujar.
Pero la maestra dijo: - Esperen, no es hora de empezar, y ella esperó a que todos estuvieran preparados. Ahora, dijo la maestra, vamos a dibujar flores. ¡Qué bueno! - pensó el niño, - me gusta mucho dibujar flores, y empezó a dibujar preciosas flores con sus colores.
Pero la maestra dijo: - Esperen, yo les enseñaré cómo, y dibujó una flor roja con un tallo verde. El pequeño miró la flor de la maestra y después miró la suya, a él le gustaba más su flor que la de la maestra, pero no dijo nada y comenzó a dibujar una flor roja con un tallo verde igual a la de su maestra.
Otro día cuando el pequeño niño entraba a su clase, la maestra dijo: Hoy vamos a hacer algo con barro. ¡Qué bueno! pensó el niño, me gusta mucho el barro. Él podía hacer muchas cosas con el barro: serpientes y elefantes, ratones y muñecos, camiones y carros y comenzó a estirar su bola de barro.
Pero la maestra dijo: - Esperen, no es hora de comenzar y luego esperó a que todos estuvieran preparados. Ahora, dijo la maestra, vamos a dibujar un plato. ¡Qué bueno! pensó el niño. A mí me gusta mucho hacer platos y comenzó a construir platos de distintas formas y tamaños.
Pero la maestra dijo: -Esperen, yo les enseñaré cómo y ella les enseñó a todos cómo hacer un profundo plato. -Aquí tienen, dijo la maestra, ahora pueden comenzar. El pequeño niño miró el plato de la maestra y después miró el suyo. A él le gustaba más su plato, pero no dijo nada y comenzó a hacer uno igual al de su maestra.
Y muy pronto el pequeño niño aprendió a esperar y mirar, a hacer cosas iguales a las de su maestra y dejó de hacer cosas que surgían de sus propias ideas.
Ocurrió que un día, su familia, se mudó a otra casa y el pequeño comenzó a ir a otra escuela. En su primer día de clase, la maestra dijo: Hoy vamos a hacer un dibujo. Qué bueno pensó el pequeño niño y esperó que la maestra le dijera qué hacer.
Pero la maestra no dijo nada, sólo caminaba dentro del salón. Cuando llegó hasta el pequeño niño ella dijo: ¿No quieres empezar tu dibujo? Sí, dijo el pequeño ¿qué vamos a hacer? No sé hasta que tú no lo hagas, dijo la maestra. ¿Y cómo lo hago? - preguntó. Como tú quieras contestó. ¿Y de cualquier color? De cualquier color dijo la maestra. Si todos hacemos el mismo dibujo y usamos los mismos colores, ¿cómo voy a saber cuál es cuál y quién lo hizo? Yo no sé, dijo el pequeño niño, y comenzó a dibujar una flor roja con el tallo verde.”
Helen Buckley
viernes, 17 de febrero de 2012
LA EMPLEABILIDAD ES UNA ACTITUD
Para mí la medida de la empleabilidad es sobre todo la medida de las actitudes de cada persona. Además creo que mientras que los conocimientos o habilidades que demanda el mercado laboral tienen una variabilidad mayor, las actitudes que se valoran son más estables, están menos expuestas a fluctuaciones. Los perfiles profesionales, los oficios que se demandaban hace diez años, ahora están saturados y se buscan trabajadores con conocimientos distintos, sin embargo en el ranking de las actitudes más valoradas ha habido pocos cambios.
Utilizo el mismo ejemplo que les suelo citar a mis alumnos. En ocasiones, desgraciadamente cada vez menos a menudo, acudo a entrevistas con empresarios que necesitan cubrir un puesto de trabajo para ver la idoneidad de recomendar a alguno de nuestros alumnos. Les comento que en estas conversaciones, casi siempre, acabamos llegando al mismo punto: El empresario en cuestión me dice que no le importa tanto el curriculum del candidato (sus conocimientos, sus habilidades) como saber el tipo de persona que es, es decir, si es puntual, si es responsable, si es formal, si muestra interés, si es respetuoso, si muestra iniciativa por aprender, si sabe trabajar en equipo,….(actitudes en definitiva). En la mayoría de estas conversaciones lo que el empresario busca en mí es información que le ayude a predecir cómo se comportará su futuro trabajador, como se adaptará a su empresa. Intenta minimizar riesgos, lógico. A veces, los empresarios me comentan que no les importa si el candidato en cuestión tiene lagunas en su formación, si no domina tal o cual habilidad, si no conoce una determinada máquina en cuestión, tiempo tendrá, me dicen, para completar su formación en su puesto de trabajo, lo que si se convierte en un elemento clave es mi recomendación personal, mi “garantía”, de que el candidato es una persona en la que se puede confiar. Al fin y al cabo a todos nos gusta compartir nuestro trabajo con gente agradable, dispuesta a colaborar, que nos hace el trabajo más fácil.
Pienso como decía John Dewey que la educación debe ser primero humana y sólo después profesional. Debemos tender más hacia trabajar y modificar actitudes con nuestros alumnos que a ocupar tanto tiempo en la acumulación de conocimientos, e incluso habilidades que la tecnología o la aparición de nuevos materiales dejaran pronto desfasadas. Sin embargo mi apuesta es que con la actitud correcta su empleabilidad no se verá mermada con el paso del tiempo.
Os dejo el video que utilizo para acompañar estas reflexiones, es un consejo extraído del blog de Inés Temple, una ejecutiva peruana que tiene colgados en su blog interesantes videos sobre consejos prácticos para gestionar nuestra carrera profesional. En mis clase siempre suelo utilizar este: “las actitudes que necesitamos para ser empleables”. Me encanta su frase: “No puedes cambiar la cara que tienes, pero si la cara que pones”. Hagamos todo lo que esté en nuestra mano y no busquemos excusas en las cosas que nos quedan lejos. Más acción y menos compasión.
miércoles, 15 de febrero de 2012
SOBRE GANADORES Y PERDEDORES
martes, 14 de febrero de 2012
ERIC "LA ANGUILA"
Eric disputó una carrera clasificatoria junto a otros dos nadadores que, fueron inicialmente descalificados por realizar una salida nula. A partir de aquí Eric queda automáticamente clasificado para la siguiente fase, pero deberá realizar la prueba para tener un tiempo oficial de clasificación. Eric consigue una marca cercana a los dos minutos, emplea más del doble de tiempo que la mayoría de sus competidores en nadar los 100 metros. Los últimos metros resultan agónicos, por momentos parece que Eric no alcanzará el otro lado de la piscina y se ahogará. Algunos comentaristas televisivos no pueden contener las risas y los chistes fáciles. Eric ha realizado una de las carreras más patéticas que se recuerdan en la historia del olimpismo.
Tras visionar su carrera y comentarles la historia pregunto: ¿pensáis que Eric es un fracasado, o por el contrario es un ganador, ya que ha conseguido el objetivo de clasificarse para la siguiente ronda?. Dejo que los comentarios se decanten hacia la crítica y que al poco lleguemos al consenso de que por mucho que haya obtenido la clasificación, Eric está más cerca del fracaso que del éxito. Primera parte superada: El éxito o el fracaso no están necesariamente relacionados con el resultado obtenido.
Tras este debate les doy algunos detalles clarificadores sobre los antecedentes de esta carrera. Moussambani participa en los juegos olímpicos sin conseguir el tiempo mínimo necesario para clasificarse, gracias a un sistema diseñado para permitir la participación de deportistas de países en vías de desarrollo. Es decir, Guinea Ecuatorial recibe una invitación para participar en natación en estas olimpiadas con el objetivo de incentivar el deporte en este país, que por meritos propios no podría obtener representación. Moussambani es designado como representante unos meses antes de la competición y empieza a entrenar en una piscina de 20 metros de largo ubicada en un hotel de la capital, ya que no tiene acceso a piscinas reglamentarias de 50 metros, debido a la carencia de infraestructuras de su país. Tras una entrevista posterior a la carrera, reconoce que realmente a punto estuvo de ahogarse en los últimos metros, acostumbrado como estaba a nadar en una piscina de menos de la mitad de longitud. La piscina olímpica le pareció tan gigantesca que pensaba que no tenía que hacer el trayecto de ida y vuelta.
Vuelvo a preguntar, ¿consideramos un fracasado a una persona capaz de nadar en poco menos de dos minutos los 100 metros libres, teniendo en cuenta que tan solo ha tenido unos pocos meses de preparación y que no se trata de un nadador profesional? … Dudas.
Continúo con la historia. Tras saltar a la fama y participar en varios programas de televisión, algunos solo para burlarse de él (en la televisión alemana lo pusieron a competir con una anciana de 85 años), Eric se prepara para competir en las olimpiadas de 2004 de Atenas. Consigue rebajar su marca personal por debajo del minuto (casi la mitad de su marca en Sidney) y consigue una marca suficiente para ganarse una plaza por meritos propios. Finalmente no participará en estos juegos por un problema con su pasaporte.
Vuelvo a preguntar, ¿consideramos a Eric como un fracasado, lo consideramos un perdedor por qué no ha conseguido ningún triunfo? … Silencio. Veo caras de respeto, admiración y simpatía hacia Eric.
Segunda parte superada: "El exito o el fracaso no depende de las circunstancias, sino de nuestra actitud ante ellas".
Enlace al video de la famosa carrera de Eric: http://youtu.be/3zjCc_VyxM4
lunes, 13 de febrero de 2012
"FRACASADOS !!"... Y SE MONTA EL POLLO
Llamo a mis alumnos fracasados (estadísticamente lo son) e inmediatamente se revuelven y atacan sintiéndose ofendidos. Cuando se habla que en España existe un 30 % de fracaso escolar, se refieren a mis alumnos (fracasados!!), cuando se habla que en España más del 50 % de los jóvenes que quieren trabajar no pueden hacerlo se refieren a ellos (inútiles!!), cuando las encuestas dicen que más de la mitad de los jóvenes españoles de entre 18 y 34 años no tiene ningún proyecto por el que sentirse ilusionados o interesados se refieren a ellos (apaticos!!). Detrás de las estadísticas y de los números están ellos, personitas con corazón que saltan cuando el insulto se convierte en ofensa personal al pasar de la estadística a referirse personalmente a ellos, con nombres y apellidos.
¿Se puede ser un fracasado con 17 años?, ¿Se puede uno sentir fracasado con esa edad?. Mis alumnos no lo creen, y se revuelven rabiosos cuando los provoco. Yo tampoco lo creo, pero quiero verlos reaccionar ante una sociedad que los excluye, los etiqueta y los encasilla ante su aparente indiferencia. Nos metemos tanto en el papel que la ofensa les dura semanas. Finalmente la sangre no llega al rio. Entienden mis motivos, mi provocación.
Fracasado, según el diccionario persona que ha perdido la credibilidad, el buen nombre o la estima a causa de uno o de varios fracasos. Fracaso: resultado adverso en una actividad. Debatimos esta definición durante varios días… No la compartimos, no nos gusta… Solución: inventamos una que nos gusta más. Fracasado: dícese de la persona que desiste en su intento de conseguir algo, que abandona sin haberse dejado la piel en el empeño.
Ya no son fracasados. Están en el camino, lo están intentando. Están estudiando, están aprendiendo, están trabajando: ya no son ni-nis. Como dijo alguien sólo se alcanza la categoria de vencido después de haber luchado, nunca antes, nunca durante. Nos colocamos al margen de las estadísticas, no nos afectan. Nos reencontramos, estamos de acuerdo.
Para provocarles utilizo algunas gráficas, estadísticas y algunos artículos periodísticos. Entre ellos uno de Nuria Chinchilla publicado en La Vanguardia en septiembre de 2009, “creando nuevos inútiles laborales” (os dejo el enlace y también la actividad que utilizo).
Artículo de Nuria: http://blog.iese.edu/nuriachinchilla/files/2009/0903/Creando_nuevos_inutiles_laborales_LV_8_8_09.pdf
Enlace a la actividad:
https://docs.google.com/open?id=0B6LBF-ZHigFyMWVhNzhkOWEtZjg2Mi00NGU3LWFlYWUtNDUyNDBlYTYyZDM0
jueves, 9 de febrero de 2012
ARMA DE DESTRUCCIÓN MASIVA PARA DESMANTELAR EXCUSAS
Suelo utilizar con mis alumnos la frase: el libro de las excusas es el más gordo de la biblioteca, para referirme a esta situación. La mayoría de estas excusas no tienen una excesiva fundamentación, pero sirven para evitar el sentimiento de culpa y mantener a flote la autoestima del alumno. Aunque se trata de un mecanismo psicológico básico, casi como una estrategia de autodefensa, el aferrarse a este tipo de razonamientos supone un escollo importante a la hora de retomar el proceso formativo. Asumir responsabilidades, reconocer errores, es el primer paso para empezar a cambiarlos.
Se trata de cambiar muchos “no puedo” por algún “no quiero”. Es un primer paso básico para que el alumno empiece a tomar las riendas de sus decisiones. No lo conseguí porque no puse suficiente empeño, porque no me esforcé lo necesario, porque entonces me preocupaban más otras cosas, o sencillamente, porque no me dio la gana. Solo partiendo de esta base podremos plantearnos intentarlo de nuevo con una perspectiva de éxito. Como ese rio en el que es imposible bañarnos dos veces, porque el rio es distinto y porque yo también lo soy. Este debe ser el enfoque con el que enfrentar una segunda oportunidad: Yo soy el responsable de mis actos y seré capaz de conseguir lo que me proponga, me costará más o menos, tardaré más o menos, pero llegar depende de mí.
A la hora de explicitar estas excusas no es lo mismo pedirles a los alumnos que las digan de viva voz que pedirles que las escriban en un papel. El hecho de escribirlas hace necesario que las piensen y ya en este paso, algunas quedaran por el camino. En el fondo estas excusas son como castillos de cartas, fáciles de derrumbar porque solo se mantienen en pie por la fe ciega que el alumno quiere depositar en ellas. No hay argumentos que cimenten estos razonamientos.
Uno de los argumentos, de las armas, que suelo utilizar para modificar “no puedos” es el testimonio de Adriana Macias. Su testimonio me sirve para relativizar el peso de las excusas de mis alumnos. Difícilmente se mantendrán en pie sus argumentos tras escuchar y conocer la historia de Adriana. Porque en la vida todo es relativo, todo depende del punto de vista y de con qué se compare. Después de conocer a Adriana los “no puedo” quedan esparcidos por los pupitres como cartas arrasadas por el viento.
miércoles, 8 de febrero de 2012
LAS GAFAS VERDES DE LA ACTITUD POSITIVA
martes, 7 de febrero de 2012
CUANDO LAS BARBAS DE TU VECINO VEAS PELAR...
Uno de los sustitutivos mejores que existe es poder aprender sobre la experiencia de otros que ya pasaron por una situación parecida a la nuestra. Aprender de sus aciertos y también de sus errores. Reconocer en los demás comportamientos propios y “escarmentar” de su experiencia en vez de sufrirla en carne propia suele tener ventajas evidentes.
Para trabajar estos temas en clase suelo utilizar el método de casos, en el que los alumnos analizan una historia (generalmente inventada pero basada en hechos reales) de otras personas que se enfrentan a situaciones similares a las que ellos atraviesan. Generalmente son historias sobre jóvenes con poca formación que acceden con mejor o peor suerte al mercado laboral. Se trata de analizar los aciertos y los errores de estos ejemplos y tratar de aprender de ellos.
Otra de las opciones validas puede ser analizar casos que nos muestran en programas de televisión tipo callejeros o hermano mayor. En concreto para el propósito de mis clases he utilizado alguna vez para trabajar en clase el programa de Cuatro “ajuste de cuentas”. Este programa trabaja con familias que se encuentran en dificultades económicas y en las que suelen coincidir varios de sus miembros en situación de desempleo. Es interesante analizar las circunstancias por las que se han visto abocados a esta situación, para reflexionar, para aprender de sus errores y no cometerlos, así como reflexionar sobre la utilidad de los consejos que se ofrecen para aliviar su situación.
Me parece interesante analizar en estos videos la dinámica familiar que subyace a este tipo de situaciones, las normas de convivencia, la falta de comunicación entre los miembros, los egoísmos particulares, las excusas que se utilizan para no afrontar la realidad, la búsqueda de culpables, etc. Son situaciones que permiten reflexionar sobre comportamientos y actitudes fácilmente trasladables al perfil de mi alumnado. Además en la mayoría de programas la solución siempre implica un cambio de actitudes basada en ingredientes como esfuerzo, constancia, confianza, etc. Y es que no hay recetas mágicas!.
En concreto uno de los programas sobre el que trabajamos era el caso de la familia Simón Valbuena. Este programa corresponde a las primeras temporadas y ya no está disponible en la web de la cadena. Aún así os dejo un video resumen de la historia, un enlace a una web en el que se puede ver integro el programa y el documento de la actividad que trabajo con mis alumnos.
Enlace al avance sobre este programa en Cuatro:
http://www.cuatro.com/ajuste-de-cuentas/Avance-convivencia-Simon-Valbuena-estallar_3_1082921716.html
Web para ver este programa completo:
http://sericoomuereintentandolo.com/ajuste-de-cuentas-familia-simon-valbuena/
Enlace a la actividad sobre el programa:
https://docs.google.com/open?id=0B6LBF-ZHigFyYWQ0OTA0YzctZDY1OC00MDQxLTgxNDMtNzU3M2FiYTQwM2I4
lunes, 6 de febrero de 2012
EL ESFUERZO JUSTO Y NECESARIO
sábado, 4 de febrero de 2012
UNO VIENE MOTIVADO DE CASA.
viernes, 3 de febrero de 2012
EL ALUMNO COMO NECESARIO MOTOR DEL CAMBIO
jueves, 2 de febrero de 2012
DAR EL PRIMER PASO.
miércoles, 1 de febrero de 2012
NO PERDER EL TREN. APRENDER DE LOS ERRORES
Cuando hablamos de aprovechar las oportunidades solemos utilizar la metáfora de "subirse al tren", o de "no perder el tren". Es fácil darse cuenta, cuando ha pasado el tiempo, de las oportunidades que perdimos, o que no aprovechamos. Al recordarlas suelen venir a nuestra cabeza frases como "…si no hubiera actuado así", "…si hubiera aprovechado mejor el tiempo", "…si me hubiera esforzado más",... En todas ellas reconocemos nuestra parte de responsabilidad en algo que no hicimos como nos hubiera gustado y que pagamos las consecuencias de aquel error. Esta reflexión casi siempre viene acompañada por "...si volviera atrás...", "...si estuviera de nuevo allí..., haría las cosas de manera distinta".
Es fácil darse cuenta de errores cometidos en el pasado porque podemos comprobar las consecuencias de nuestras decisiones. Sin embargo y, como el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, no solemos utilizar nuestros errores para aprender de ellos y evitar repetirlos en el futuro. Y esta lección es vital a la hora de afrontar con éxito programas formativos de segunda oportunidad. Tengo que hacer las cosas de manera diferente para obtener un resultado distinto. En definitiva, "tengo que reflexionar y aprender de mis errores".
Además, observo también que es más fácil criticar, e incluso aconsejar a los demás que aplicarse el cuento uno mismo. Porque muchas veces, sin querer darnos cuenta, estamos repitiendo una y otra vez los mismos, o muy parecidos, errores. Con mis alumnos pasa muy a menudo que muestran arrepentimiento y hasta cierta culpabilidad por no haber conseguido completar sus estudios obligatorios, pero al mismo tiempo continúan repitiendo esquemas de comportamiento que les llevan a continuar cosechando fracasos. Es más fácil encontrar una buena excusa que justifique tus resultados que asumir nuestra responsabilidad y esforzarnos por superar nuestras metas.
Es por ello que a la hora de comenzar con un grupo y plantear este tipo de reflexiones utilizo un cortometraje (bastante antiguo) que plantea estas ideas de manera muy evidente. El corto lleva por título "el columpio" y plantea los temas de la falta de decisión e iniciativa, de que no sabemos lo que pasará si no lo intentamos, de que de nada vale arrepentirse después, de que nada se pierde por intentarlo, etc. En fin, creo que es una buena manera de comenzar a andar con un grupo nuevo, haciéndoles reflexionar sobre la importancia de aprovechar desde el primer minuto la nueva oportunidad que tienen. La importancia, en definitiva, de aprender de sus errores.
Al igual que en la entrada anterior pasaba con el corcho del inspector, con este corto intente comentar con mis alumnos sobre Koque Malla y "Los Ronaldos", sobre Ariadna Gil y "Belle epoque", sobre Garci y su Oscar,... al final llegue a la conclusión de que me estoy haciendo mayor. Parezco el "abuelo Cebolleta" contando batallitas !!.